Continuamos con el curso para las madres de los niños más pequeños del Colegio “Los Olmos”. Empezamos a las 4 y cuarto de la tarde. La hora es pésima, pero las alumnas llegan con ejemplar puntualidad y siguen atentas a lo que les voy contando.
Hoy me toca hacer las preguntas más difíciles e irlas respondiendo poco a poco:
1. ¿Podemos, de verdad, amar a Dios con todo el corazón? ¿Es posible amar así a un ser que desborda por completo nuestra inteligencia? ¿Se conmueve Dios cuando sabe que le amamos? ¿Por qué se interesa tanto por nuestro amor, Él, que no necesita de nada ni de nadie para ser eternamente feliz?
2. ¿Tiene sentido hablar de “pecado”? ¿Es razonable pensar que nuestros pecados “ofenden” a Dios? ¿Acaso Dios puede sentir nuestras ofensas? Siempre se ha dicho, y con razón, que no ofende quien quiere, sino quien puede. San Pablo nos insta a no entristecer al Espíritu Santo. ¿Tan grande es el hombre para el mal que puede alcanzar a Dios mismo?
A las 5 en punto los niños y las niñas salen a galope de las aulas, y yo no tengo más remedio que acabar también aunque apenas haya tenido tiempo de introducir el tema.
Después de las elecciones seguiremos, si la prima de riesgo no lo impide. Pensad vosotros las respuestas y no me organicéis un debate en los comentarios.
11 comentarios:
Y las respuestas? Pronto, por favor.
Yo voy a obedecerle pero la verdad es que lo que me pide el intelecto es empezar ahora mismo el debate.
La hora es realmente pésima,tiene suerte de tener un auditorio puntual y atento.
Las clases magistrales a las que yo asisto por la zona en la que vivo las imparte otro "ilustre" como usted, todas llegamos tarde y echamos la cabezada pero nuestro "carnet de identidad" es muy distinto, tenemos incluso abuelas, muy jóvenes, pero abuelas y nuestras preguntas están ya en la fase de noviazgos de nuestros hijos, unidad y comunicación conyugal y para "rematar", crisis matrimonial, casi ná.
GRACIAS POR COMPARTIR LA CLASE
No tengo respuesta para la primera pregunta.
En cuanto a la segunda, creo que es una cuestión de amor. Una ofensa, un desprecio o una simple tontada nos duele mucho más cuanto más queremos al que lo hace. Y Dios nos quiere tantísimo que se hace vulnerable a nuestras ofensas. No es que el hombre sea tan grande, lo enorme es el Amor de Dios.
Creo.
Yo creo o quiero creer que a Dios le podemos amar con todo nuestro ser. Es una lucha que tengo desde hace años. Y creo que Dios se conmueve con mis cariños, ¿no me conmuevo yo con los de mis hijos?
Y el pecado, eso si que debe ser algo feo, no me lo puedo ni imaginar. No entiendo cómo puedo ser tan "vulgar" tantas veces.
Se podría escribir un buen texto con esas preguntas. Ni siquiera creo que deban de ser objeto de debate, pues en primer lugar son personales y Dios se manifiesta a cada uno de una forma diferente. Pero para un texto personal... No digo que no.
No deje de pasarnos las respuestas correctas a los que no podemos asistir. Gracias.
A uno le duele lo que le puedan decir o hacer cuando se ama a esa persona de la que proviene, si no hubiera amor, no habría dolor, pues no hay sentimiento ni en un sentido ni en otro. Por eso, estoy con Cordelia, le debe doler y mucho nuestras faltas y pecados, puesto que no hay Amor más grande... (como nos dice Él) -contínuo "... que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos".
En cuanto a amar a Dios con todo nuestro corazón, ya lo respondía Sta. Teresita con aquello de los vasos y las capacidades. Tan lleno estaba un vasito pequeño hasta arriba como uno enorme. Sólo que cada uno tenía capacidad distinta. Con Cordelia plenamente en lo que dice.
Yo creo que esto hay que trasladárselo a Ángela Merkel y que ella diga.
¡Podemos!... ¡Es posible!... ¡Se conmueve Dios!... Se interesa por que si. Eso le hace feliz aunque ya lo sea y no nos necesita pero es una manera de hacernos felices. Adiosle
Sí que podemos amar a Dios y sí se conmueve. Pero el por qué le interesamos... eso no tengo ni idea
Y sí que podemos ofender a Dios por eso que dice Cordelia y anónimo.
Ahora me voy a mirar las respuestas¡¡¡
Sí que podemos amar a Dios y sí se conmueve. Pero el por qué le interesamos... eso no tengo ni idea
Y sí que podemos ofender a Dios por eso que dice Cordelia y anónimo.
Ahora me voy a mirar las respuestas¡¡¡
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