El camino de los héroes
San Josemaría llamó “minuto heroico” a los segundos comprendidos entre el timbrazo del despertador y la puesta en pie del despertado. Lo de “heroico” debe entenderse como una amable exageración: tampoco duele tanto dar un salto de la cama y ponerse sin más dilación bajo el benéfico aguacero de la ducha. Heroico será, en todo caso, repetir ese rito cada mañana, con frío o con calor, los días laborables, los de paro y los festivos; con veinte años y con noventa.
Además, con el paso del tiempo, el minuto heroico se nos queda en nada. Algunas veces lo verdaderamente duro es continuar en la cama tratando de dormir, en lugar levantarse para “pasar las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio” como hizo mi señor don Quijote.
Es evidente también que no sólo hay “minutos” heroicos. La vida nos depara horas heroicas, días heroicos, semanas heroicas y hasta meses heroicos. Me refiero a los lunes, a los eneros, a los regresos de las vacaciones, a las operaciones retorno. Y pienso, como es natural, en este comienzo de año que, según los augures, no presagia nada bueno.
Hace un par de noches, veinte o treinta millones de españoles se despedían del 2011 engullendo ―todos a la vez― 12 uvas por cabeza; o sea, más de 200 millones de pildorazos vegetales con sus pepitas incluidas. No es una ceremonia alegre: el alcohol y los gritos del personal logran encubrir a duras penas la histeria de quienes comprenden que el tiempo vuela, la fiesta acaba y enero se nos echa encima.
Este enero, para colmo, viene fino. Dicen que los reyes magos han hipotecado los camellos, y que el gordo del Niño siempre le toca a otro. Mi colega Amalio ya no me desea, como suele, un “próspero año nuevo”. Será una errata, supongo, pero esta vez ha escrito en su christmas que pide para mí un “próximo” año nuevo. Tiene razón. Y podía haber añadido: que me quede como estoy, y que la prima de riesgo nos sea leve.
¿Qué haremos entonces? ¿Quedarnos en la cama hasta diciembre? ¿Bajarnos del Planeta? ¿Vestirnos de indignados y llenar de bilis las calles? No parece una buena estrategia. Ha sonado el despertador de 2012 y hay que ponerse en pie. Es la hora del minuto heroico, de poner en práctica el viejo dicho de “año nuevo, vida nueva”, o, como prefería decir San Josemaría, “lucha nueva”.
Dicen que de las grandes crisis de la historia surgen los grandes héroes. Ahí tenéis a “los 700 de Fukushima”, los empleados japoneses que continúan en su puesto de la central nuclear afectada por el terremoto y el tsunami. Llenos de heridas, expuestos a una radiación 10 mil veces superior a lo esperado, se juegan la vida por sus compatriotas y piensan que vale la pena el sacrificio.
Este 2012 empieza con un buen tsunami económico, europeo y mundial, que ha sacado a la superficie otra crisis más honda: la gran crisis de identidad que padece occidente como consecuencia del materialismo, del hedonismo salvaje y de un laicismo tiránico que, en nombre de la libertad, trata de expulsar a Dios de la vida de los hombres.
Buen momento para recordar lo que escribió San Josemaría en Camino:
Un secreto. —Un secreto, a voces: estas crisis mundiales son crisis de santos. —Dios quiere un puñado de hombres «suyos» en cada actividad humana. —Después... «pax Christi in regno Christi» —la paz de Cristo en el reino de Cristo.
Hoy no comentaré con detalle este punto, que parece escrito ayer mismo. Sólo digo que es la hora de los héroes, de esos hombres y mujeres “suyos” ―de los santos―, que no se dejan abatir por las tempestades ni esperan sentados a que cambie el sentido del viento.
Me viene a la pluma aquel grito de la primera carta de San Juan: ¡os escribo a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes!, y pienso en los cientos de miles de chicos y chicas venidos a Madrid desde todo el mundo. Ellos oyeron el despertador, ya están en pie y parecen decididos a despertarnos.
A mí también, que últimamente ando un poco dormido.
15 comentarios:
Buenos días, ya estoy aquí. Feliz Año Nuevo, y que sea próspero, si ha de ser. En tal caso Feliz Año.
Buenos días desde mi correspondiente sitio. Aquí estoy, con mayor o menor pereza, pero dispuesto a realizar mi trabajo.
Cierto es que nos esperan rachas duras, y no hablo de lo internacional, nacional o económico, sino esos ratos que menciona. Habrá que pelearse con ellos y vencerlos, ya no por nosotros, sino por aquellos que pueden llegar a depender de nuestra determinación y capacidad de animar hasta en los más difícil.
yo no sé si estará dormido o no yo creo que los que le leemos cada día pensamos que no.Bon Dia!
Sigue insistiendo en lo del minuto heroico. Nos hace mucha falta.
Es como gimnasia para fortalecer la voluntad; con la ventaja que un fallo fortalece la humildad.
Además , como es el principio del día, es como empezar el partido metiendo un gol.
Brutal. Hoy ha sido brutal el despertar temprano después de las vacaciones... No se si heroico, pero sí brutal.
(Muy buena su entrada de hoy. Habrá que rumiarla.)
Me alegra comprobar que ha entreado en 2012 lleno de energía. Quizá sea porque está alejado de las tareas habituales, pero siga así. Nos viene muy bien a todos (perdón por generalizar: me viene muy bien a mí).
No, Carlos, tienes razón. Me apunto a eso de nos viene bien. Vale ya de lamentarse y decir ay, qué desgracia, qué mal está el país, vamos de cabeza...
Pues vamos a ponernos entre todos a enderezar el percal. Me largo a estudiar, que es la parte que me toca hoy.
Feliz año heroico a todos.
Pues como decía mi primer libro de macarrónico, allá por el feliz segundo año de BUP: "Surge e lecto, Marce!". Que hace Usted falta. Mucha.
Se lo pongo así -con Marce- porque el protagonista de la viñeta de mi librito se llamaba Marcos, el muy romano, y a mi las clases no me dieron para saber ahora el vocativo del nombre ese tan germánico que tiene Usted... ¿Henrice, Enrice? En fin, mejor ni intentarlo.
Advierta también que al decir e lecto, no dije electo.. Lo que, por cierto, también nos puede dar juego ¿no? Fíjese... ¿cuantós que salen electos no surgen nunca e lecto?
Me temo que muchos. Ay.
Para mí el minuto heroico no es el de levantarme por la mañana, sino el de no apoltronarme en el sillón cuando llego a casa y me siento "un ratito" para descansar. El heroísmo está en que sólo sea un ratito y no el resto de la tarde. ¡Uf, lo que me cuesta y cuántas excusas me busco para no levantarme!
Un saludo nuevo (de año nuevo)
Jo, casi me pierdo. Lo del minuto en-ero-ismos está claro. Estamos en ello. No solo al levantarse, hay muchas ocasiones durante el dia para ejercitarse. Pero lo que me gusta ¡de verdad! es la foto de las montañas y el camino para cumbrear que para eso hay que llegar arriba. Hace unos dias hablabamos de ir de excursion al monte, yo ya he subido bastantes pero lo que más cuesta es bajar las rodillas se resienten. A mi el tio de los huesos ya me dijo que solo senderismo osea que me conformare con la foto y un e-mail de montañas con musica que guardo. Adiosle
Si se me permite otro comentario (al fin y al cabo soy la subdelegada), en el libro que estoy leyendo (literalmente) dice :" en chino, el símbolo para la palabra 'crisis' tiene dos significados: peligro y oportunidad."
Y todos sabemos que listos son los chinos... Así que CARPE DIEM.
Don enrique ,me alegra usted el dia,hoy estaba deprimida ,con miedo por este año siniestro que empezó antier,pero su escrito me ha dado un soplo de esperanza.
Yo, me apunto!!. Pueden contar conmigo.
(Creo que es el comentario mas corto que he escrito el el globo..., pero está claro ¿para qué escribir mas?.)
Que hermsoso escribe usted,Señor .Quisiera tener inscrito en el pecho esas líneas para cada día del nuevo año.
Gracias.
Jejeje, del ideario de la BRIPAC (Brigada Paracaidista):
"Por encima de todo está la misión; el calor , el frío, el hambre, el sueño, y el cansancio, para mí serán estimulantes."
Publicar un comentario