miércoles, 15 de mayo de 2019

Los sueños de Alex (y II)





—No, majo, no. Para ser cura o algoasí hay que empezar por ser ambicioso; tener sangre en las venas y un corazón grande que sueñe con empresas imposibles, con aventuras reales… Sobre esa base, Dios puede edificar algo y llamarte; pero a ti…, no creo.
Eso le dije al bueno de Álex, y él se mordió el labio con un gesto muy suyo, entre tímido y peleón. Yo entonces traté de provocarle un poco, sin pasarme de la raya:
—¿De verdad que no has soñado nunca con hacer algo grande por Dios o por los demás.
—Claro…, pero son cosas de crío, como cuando uno dice que quiere ser taxista o aviador…
—No es mala cosa ser taxista. Y volar pilotando un buen reactor debe ser alucinante.
—A mí me entró la manía de ser explorador en la Amazonia y vivir con los indígenas.
—Pues allí no creo que puedas ir con el Ferrari…
Diez minutos después habíamos empezado a soñar juntos. Él, con ser poeta y escribir un libro de viajes relatando sus expediciones por África y América del sur. Yo, con viajar al espacio y dar saltos sobre la superficie de la luna para comprobar que no hace falta ponerse a dieta para perder peso.
Luego charlamos sobre la posibilidad de hablar con Dios y de contarle todos esos sueños, sabiendo que Él nos comprende y no trata de reprimir jamás nuestras ambiciones por muy descabelladas que parezcan.
Por último comprobamos que el tiempo ha volado y debemos volver al trabajo: Alex, a clase de matemáticas. Yo, al confesonario.

3 comentarios:

Llumla dijo...

A mí me parece que estos chicos "envejecen" demasiado rápido. Preciosa labor la de enseñarles a soñar. Y de paso también soñaremos un poco los que no somos tan "mayores"...

Antuán dijo...

Yo también sueño con volar, enciendo mi bola del Mundo y me pierdo por algún rincón. Pero es que mi hermano Carmelo ya está en Madrid. Por poco lo pillo. Me lleva dando largas toda la semana: Llámame mañana que estoy haciendo planes. Y hoy por fin a las tres, se estaba comiendo el bocadillo en un parque. Quería ir a dar el pésame a una hermana de una amiga de la familia de nuestra calle y por supuesto irse a dormir al aeropuerto. Dice que se va a Kazastangt y Armeria donde los primeros cristianos, podía ser reporter; si se dedicara a escribir se ganaría la vida. Le llaman Elcano de Argamasilla en alguna entravista. pero ya no le vemos el pelo hasta los Santos. A mi solo se me ocurre pensar por esto de mañana de Lope de Vega: "¡Cuantas veces el ángel me decía: ¡Alma asómate ahora a la ventana. Verás con cuanto amor porfía!/ ¡Y cuantas hermosura soberana, :Mañana le abriremos, respondía, para lo mismo responder mañana! El no tiene miedo dice que su ángel custodio es nuestro hermano mayor que está en el cielo con el que compartimos la infancia. Era discapacitado. Un cielo de crio nunca mejor dicho. Pues que la fuerza lo acompañe. Adiosle-pido

Isabel dijo...
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