sábado, 7 de julio de 2012

“Esas cosas pasan”




Me lo dijo Juan cuando le conté hace años la increíble aventura de mi billetero perdido en la calle y hallado tres días más tarde en el buzón del correo. No faltaba nada, y yo tenía necesidad de explicárselo a todo el mundo. Él, sin embargo, con gesto de hombre experimentado sentenció displicente:
―Esas cosas pasan.
Son tres palabras que no significan nada, pero yo tuve la impresión de que Juan acababa de levantar un acta notarial para certificar que lo que yo le contaba era verdad. Al fin respondí:
―¡Claro que pasan! ¿No te digo que me ha pasado a mí?
―Te ha pasado a ti por eso, porque pasan estas cosas.
―O sea, que te parece normal.
―Normal, no; pero estas cosas pasan…
Me entraron unas ganas enormes de estrangularlo, pero, al fin, se impuso mi proverbial mansedumbre. Hoy he decido incluir esa frase en mi antología de tonterías habituales.
 
 

4 comentarios:

Asumpta dijo...

"Asi es la vida"...Muchas veces es indiferente contar que te ha salído la lotería ,como que te has quedado sin trabajo,como que te ha picado una medusa,para oir la frase de apoyo logistico,"esas cosas pasan",es como decir,tranquila,lo que me cuentas ni es tan bueno ni tan malo como tú lo sientes,y yo siempre pienso,efectivamente tienen razon...esas cosas pasan.

yomisma dijo...

Hace tiempo comente con una amiga que el padre de otra había fallecido repentinamente al caerse de su terraza cuando intentaba arreglar una persiana. Mi amiga casi sin inmutarse, contestó: "Así es la vida".
Y como Ud. me entraron ganas de estrangularla. Afortunadamente la conversación era telefónica y fue fácil contenerse.

Vila dijo...

Veo que tiene carencia a ello... recuerde que hace un par de años también volvió a perder la cartera y se la devolvió el propio ministro del interior. ¿esas cosas pasan? ¡No!: esas cosas a USTED le pasan, jajaja

Feliz Domingo

Altea dijo...

¡Ay, Dios mío! Pues yo he perdido desde anteayer un objeto muy valioso para mí. Es un anillo que... bueno en fin, que no lo encuentro. Tengo un disgusto que no veais.