martes, 31 de julio de 2012

Previsible

El águila calzada, cuando viene a África, recupera su viejo nido. 
Mañana saldré rumbo a Molinoviejo, como todos los años. Allí estaré todo el mes, como todos los años, y escucharé, como todos los años, el canto de las oropéndolas por la mañana, el silbido del autillo por la noche y el martilleo del picapinos a cualquier hora.
En el fondo las aves son muy previsibles. Podrían cambiar de barrio con suma facilidad, pero, incluso las que se fueron a África en invierno, vuelven al mismo sitio cada primavera. al mismo barranco o al mismo pino. Alguna vez he sorprendido a mis amigos profetizando con absoluta seguridad:
―A la salida de esta curva, verás una garza real que levanta el vuelo.
―¿Cómo lo sabes?
―Porque es amiga mía.
Ahora me pregunto si yo también seré tan previsible. Al curso que comienza en Molinoviejo suelen venir casi siempre las mismas personas; el temario de meditaciones varía poco, y cada vez que hago una consideración “que se me acaba de ocurrir” o relato una anécdota la mar de original, Kloster me recuerda que conté lo mismo el año anterior.
Menos mal que, con los años, a uno le perdonan todo. Y yo también me perdono.

9 comentarios:

Relicary dijo...

Tengo aquí delante una estampa con la foto de la Virgen de Molinoviejo en recuerdo del fallecimiento de mi abuelo, que le tenía bastante devoción.

Páselo muy bien allá, como siempre, y seguro que las anécdotas, aunque repetidas, serán entretenidas y levantarán sonrisas.

Otros nos quedamos en casa a mantener el curro, ya llegará el momento de viajar y hacer cosas provechosas en vacaciones.

¡Saludos a todos los globeros!

pacita.. dijo...

Aproveche para descansar:seguro que se duerme más fresquito !

Mercedes dijo...

No se preocupe. Las buenas anécdotas son como las buenas pelis/libros: por más que uno las vea/lea mil veces, siempre se disfrutan.

Enrique Monasterio dijo...

¿Y las malas? Cuando se repiten provocan desbandadas

Pseudonima anónima dijo...

Tiene mucha suerte, casi todo de Molinoviejo va a ser previsible, menos lo que le va a contar Dios a usted. Vaya suertaza! Me acordaré de rezar estos dias ( esto no estaba previsto!). Saludos y descanse!

Anónimo dijo...

Ud. no tiene malas anécdotas: ya se encarga Kloster de censurárselas.

A los niños les encanta que les cuenten una y otra vez las mismas historias: pues ya saben lo que les toca a los que de nuevo se reúnan en Molinoviejo... ¡todos a rejuvenecerse, jejjeje!

Papathoma

Vila dijo...

Hoy ha sido el santo de Ignacio y solo escribo para agradecerle que se haya acordado de èl.

por cierto, a mi me encanta escucharle sus viejas y nuevas anécdotas. Lo de malas y buenas eso es subjetivo. feliz estancia en Molinoviejo.

Ya estamos en el norte al fresquito.

Mercedes dijo...

¿Las malas? Hasta ahora no le he leído/oído ninguna mala.

Anónimo dijo...

mucha sabiduria es eso de "perdonarse a si mismo"... ojala fueramos todos tan sencillos!