Mientras contemplo el solemne espectáculo de la presentación de los juegos olímpicos en Londres, voy tomando nota mentalmente de lo que veo. Me será muy útil para la clase que debo dar dentro de unos días sobre el fenómeno de la "desacralización" de la Liturgia.
¿No os parece significativo el contraste? Cuando algunos clérigos, en nombre de un curioso naturalismo, empobrecen las ceremonias litúrgicas cristianas suprimiendo ornamentos, sustituyendo los cálices por vasos comunes y los viejos altares por mesas de cocina, en la vida civil y deportiva nace una liturgia bellísima repleta de signos y de riqueza.
Ahora tiene lugar el descenso a la tierra de los cinco aros olímpicos, y las miradas de todos se dirigen al Cielo en un gesto religioso de envidiable fervor. ¿A quién rezan los tipos de la chistera? El Espíritu Santo no tuvo en Pentecostés un recibimiento tan solemne.
Yo habría entonado un Alleluya.
4 comentarios:
Todo depende de percepciones, a mí en cambio, mas adelante, me ha entristecido algo la visión que han dado sobre la muerte, esencialmente de miedo y temor -según decía la comentarista, idea "consensuada" entre las distintas creencias-.
¿Que le ha parecido a usted? creo que en ese momento poco miraban al cielo.
No vi esa parte. En líneas generales la ceremonia me pareció "excesiva", un poco cursi en ocasiones y con más riqueza que arte.
Supongo que no todos estarán de acuerdo.
Yo añadiría además que a ratos fue un tanto chauvinista...y pelín "propagandística": qué estupendos somos y qué bien lo hemos hecho todo siempre. Hubo momentos preciosos, otros muy originales, divertidos....pero tanto como para que los comentaristas dijeran que había sido la MEJOR ceremonia de apertura de la historia....bueeeno, quizás hayan exagerado un poco.
De lo mejor: marcar el ritmo de marcha de los atletas con los tambores!!! Consiguieron lo más difícil de conseguir y no se hizo eterno el desfile. Chapeau.
Me pasó como a Vila, la representación de la muerte, y que según la locutora cantaban una canción aceptada por "todas las religiones", me sonó a sincretismo y a todas iguales, luego... todas un "rollo macabeo" para mejor pasar los malos tragos de la vida.
También eché en falta, en la parte de los cuentos, una referencia a CS Lewis y las Crónicas de Narnia. Pero... no hubiera sido políticamente correcto, por muy representativo de la literatura infantil inglesa que fuera.
Lo mejor, la reina de Inglaterra con James Bond saltando en paracaídas.
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