No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
sábado, 2 de mayo de 2009
Mayo
Seguimos de puente. En mi caso, de puente colgante. Ayer por la tarde decidí no escribir ni una palabra en el blog hasta el lunes, pero mi amiga Puerto me ha enviado este vídeo para recordarme que estamos en mayo.
Al verlo he recordado lo que me ocurrió en el Aeropuerto de Fiumicino hace unos cuantos años.
Estaba esperando la salida del vuelo Roma-Madrid cuando se estropeó el aire acondicionado de la terminal. Era el mes de noviembre, brillaba el sol y, aunque hacía mucho frio en el exterior, dentro de aquella absurda pecera de cristal era imposible abrir las ventanas, con lo que se creó un efecto invernadero y, en la zona donde yo estaba, empezamos a sudar como si de pronto nos hubiésemos trasladado al trópico.
De nada sirvieron las protestas airadas de los pasajeros. Para colmo, el vuelo se retrasaba. Fueron cayendo los abrigos, las bufandas, las chaquetas... Unos japoneses, que volvían de alguna competición deportiva, decidieron quedarse en camiseta y, ante el asombro del resto, se pusieron a hacer gimnasia. De pronto, unos musulmanes se orientaron supongo que hacia la Meca, cayeron de rodillas y comenzaron a hacer contorsiones mientras recitaban sus oraciones. En ese momento, un extraño personaje que portaba una chistera roja se despojó de casi todas sus prendas y se quedó con lo mínimo imprescindible: camiseta, cazoncillos, calcetines, zapatos..., y chistera.
A todo esto, yo, con la mano derecha en el bosillo donde guardaba el rosario, había empezado a rezar disimuladamente. Caí entonces en la cuenta de que mi actitud discreta no tenía demasiado sentido. Así que saqué el rosario y empecé a recitarlo en voz alta. No me acompañó ninguno de los pasajeros, pero tampoco pudieron acusarme de dar la nota.
En esta época nuestra ya no extraña que cada uno exprese sus creencias como y donde le dé la gana. ¡Es una suerte! Santa desverguenza que diría alguien...
D Enrique, Seguramente habrá escuchado hablar de mí en Semana Santa... le doy unas pistas: Jesús 'El Pobre', la capa y el Sr. Cardenal, Molinoviejo. Me he animado a escribirle un comentario... El video me ha encantado y me recordaba lo importante que es dar testimonio… llevo una semana vestido de Negro y tirita blanca… que alegría tan grande poder ser ese instrumento del cual se sirve el Señor para hacer grandes cosas a pesar de lo pequeños que somos. Como le habrán contado el sábado pasado recibí el Diaconado aquí en Pamplona y de verdad que es lo mejor que uno puede hacer…. Darse al Señor por completo… es una locura… pero creo que a esta locura solo se atreven los que verdaderamente saben amar y amar como locos… porque así es como sabe amar el Señor. Mis felicitaciones también para Belén… esa gran decisión llegará de bendiciones a todos los que la rodean… EL SEÑOR NOS HA LLAMADO, LE HEMOS DADO EL ‘SI’, QUE EL MISMO NOS HAGA FIELES, FELICES Y SANTOS Me encomiendo a sus oraciones, Diac. Martín C
Qué bueno don Enrique. ¡Claro que sí! Anda que la gente no hace cosas raras ni dice cosas peores...¿por qué escondernos nosotros? Muy bueno el vídeo, ¡gracias!
Yo a veces también me he encontrado en esa situación hasta que decidí sacar el rosario, en vista de lo que tenía a mi alrededor. Hoy iré a ver a la Virgen de Lourdes y a estra con ella un rato.
Los japoneses, en camiseta y haciendo gimnasia. Unos musulmanes orientados hacia la Meca, de rodillas y haciendo contorsiones orando. Un personaje, en cazoncillos, calcetines y zapatos..., y chistera.
A todo esto, usted, con la mano derecha en el bosillo donde guardaba el rosario, había empezado a rezar disimuladamente.
Eran otros tiempos, D. Enrique. Le regaño, porque sí, pero si es ahora, lo hace en voz alta donde sea, plis. Jaja. Un abrazo.
Por un momento pensé que era el video testimonio de un milagro: un tipo después de rezar el rosario, decide planchar sus camisas. En fin... nadie es perfecto.
11 comentarios:
¡Bravo!
Así, así, sin respetos humanos.
¡Gracias mil gracias al Señor por nuestra Madre del Cielo!!
Don Enrique ¿cómo me robo el vídeo?
Lo quiero reenviar ¡es buenísimo!
Saludos cordiales.
En esta época nuestra ya no extraña que cada uno exprese sus creencias como y donde le dé la gana. ¡Es una suerte!
Santa desverguenza que diría alguien...
D Enrique,
Seguramente habrá escuchado hablar de mí en Semana Santa... le doy unas pistas: Jesús 'El Pobre', la capa y el Sr. Cardenal, Molinoviejo. Me he animado a escribirle un comentario... El video me ha encantado y me recordaba lo importante que es dar testimonio… llevo una semana vestido de Negro y tirita blanca… que alegría tan grande poder ser ese instrumento del cual se sirve el Señor para hacer grandes cosas a pesar de lo pequeños que somos. Como le habrán contado el sábado pasado recibí el Diaconado aquí en Pamplona y de verdad que es lo mejor que uno puede hacer…. Darse al Señor por completo… es una locura… pero creo que a esta locura solo se atreven los que verdaderamente saben amar y amar como locos… porque así es como sabe amar el Señor. Mis felicitaciones también para Belén… esa gran decisión llegará de bendiciones a todos los que la rodean… EL SEÑOR NOS HA LLAMADO, LE HEMOS DADO EL ‘SI’, QUE EL MISMO NOS HAGA FIELES, FELICES Y SANTOS
Me encomiendo a sus oraciones,
Diac. Martín C
Qué bueno don Enrique.
¡Claro que sí! Anda que la gente no hace cosas raras ni dice cosas peores...¿por qué escondernos nosotros?
Muy bueno el vídeo, ¡gracias!
¡Enhorabuena, Martin, y bienvenido a la gran aventura! Ahora empieza lo mejor. Un abrazo muy fuerte
Yo a veces también me he encontrado en esa situación hasta que decidí sacar el rosario, en vista de lo que tenía a mi alrededor.
Hoy iré a ver a la Virgen de Lourdes y a estra con ella un rato.
Los japoneses, en camiseta y haciendo gimnasia. Unos musulmanes orientados hacia la Meca, de rodillas y haciendo contorsiones orando. Un personaje, en cazoncillos, calcetines y zapatos..., y chistera.
A todo esto, usted, con la mano derecha en el bosillo donde guardaba el rosario, había empezado a rezar disimuladamente.
Eran otros tiempos, D. Enrique. Le regaño, porque sí, pero si es ahora, lo hace en voz alta donde sea, plis. Jaja. Un abrazo.
¡Muy bueno! Lo cogeré prestado para mi blog.
Por un momento pensé que era el video testimonio de un milagro: un tipo después de rezar el rosario, decide planchar sus camisas.
En fin... nadie es perfecto.
Pides demasiado, Pilar. Eso no habría sido un milagro, sino un absurdo.
Don Enrique yo también se lo robo para mi blog. No es la primera vez que le atraco, pero voy a pasarme al formato aviso. Muchas gracias.
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