martes, 17 de agosto de 2010

Aves de por aquí (XI)

La gallina


Tiene razón Antuán. Venga a hablar de águilas y de pajaritos del bosque, y me olvido de la gallina, la modesta, hacendosa, gordinflona e injuriada gallina doméstica.

Injuriada injustamente, desde luego, y casi nadie sale en su defensa. Es la única ave, que yo sepa, que cambia de nombre al cambiar de sexo para poder insultarla mejor. No se habla del halcón y la halcona, del cuervo y la cuerva ni del gorrión y la gorriona. Lo correcto es decir, “el halcón hembra”, “el cuervo hembra” o “el gorrión hembra”. Siguiendo la misma lógica, a la gallina habría que denominarla “gallo hembra”; pero no. Se le muda el nombre para humillarla mejor.

Me diréis que también se llama palomo al macho de la paloma y palomino al recién salido del huevo, pero en el lenguaje corriente esos dos términos tienen un significado muy alejado de la ornitología.

A los cobardes se les llama gallinas; a los valientes, gallos o gallitos. No lo digo yo, sino el Diccionario de la Academia. Si llamáis gallina a un amigo, lo más probable es que lo perdáis para siempre. Al que se asusta, se “le pone la carne de gallina”. Los niños juegan “a la gallina ciega”, porque se supone que la gallina es un poco lerda. Y cuando un gallo de pelea es derrotado se dice que “canta la gallina”, lo mismo que cuando uno confiesa algo humillante.

Acostarse con las gallinas es irse a la cama temprano. En cambio, madrugar es levantar al gallo. Y eso, por no hablar del gallinero como metáfora de una reunión de marujas parlanchinas que alborotan o de algunos partidos políticos con conflictos internos. Es cierto que también hay gallos en los gallineros, pero sólo uno para ser el señor absoluto de las pobres gallinas.

Tienes razón, Antuán. Reivindiquemos la dignidad de la gallina. No toleremos que se las compare con esas mujeres que precederán a los fariseos en el Reino de los Cielos. Y, sobre todo, démosles las gracias por los huevos que puntualmente nos regalan; esos huevos frescos que, matrimoniados con jamón o con chistorra, son, en el desayuno, el primer homenaje del hombre a la aurora.


5 comentarios:

Vila dijo...

Hoy he entrado tarde en el globo y lo primero que he pensado al leer el título es ¿la gallina? ¿qué le ha pasado a D.Enrique? y ¿dónde están sus preciadas aves junto con la lección de hoy?.
Luego al comenzar a leer he visto que estaba en la segunda entrada del día y que me había perdido lo mejor, por tanto paré para empezar por el principio.
Realmente me lo paso bien con el globo y sus comentaristas, los de hoy no tienen desperdicio.

Por cierto el bueno de Antuán sólo ha dicho que le gustan los huevos y usted a hecho una .... no se cómo llamarlo de la gallina y sus connotaciones colaterales.

Como se tome esos huevos en el desayuno su "tercera edad" va a estar muy perjudicada....;los recomiendo mejor en la comida, y así le tendremos entre nosotros en mejores condiciones y durante mas tiempo.

GAZTELU dijo...

Me uno totalmente al comentario de Antúan porque desde pequeñica solía ir personalmente a recoger los huevos que placidamente ponían las gallinas que había en la huerta de casa.

Aquellos buenos tiempos terminaron,la huerta ya no existe,en su lugar existen 8 pisos que todavía no se han vendido, la
crisis tiene estas cosas!!!

Pero yo de gallinas,cerdos y todo tipo de verduras entiendo un rato.
Sería buena idea hacer alguna entrada sobre ello y además siendo de Bilbao será usted un experto en estos temas.
un saludo
GRACIAS


crisis tiene estas cosas!!!

Pierre Nodoyuna dijo...

Los de Bilbao son experos en gallinas y cerdos?!?! Pensé que era una ciudad industrial....

Clara dijo...

No he visto loa menos desinteresada. Tener defensores para que te coman en pepitoria o frita con patatas.

Bernardo dijo...

La gallina también cambia de nombre cuando nos la comemos.