He hablado y escrito mucho sobre las oropéndolas. Todas las mañanas me despierta el canto de un macho que, casi siempre se esconde cuando trato de localizarlo.
Es un ave inteligente y escurridiza, de recorridos rápidos y cortos entre las ramas, aunque alcanza vuelos muy altos en sus migraciones. Su plumaje dorado se confunde con los destellos del sol. Construye sus nidos con gran velocidad y nidifica en lo más alto de los árboles. Los álamos de Molinoviejo, junto al arroyo, albergan todos los años al menos un par de nidos.
Miden unos 25 cms. de largo. Son monógamos, territoriales y migratorios. Ponen habitualmente dos o tres huevos y se quedan con nosotros hasta el mes de septiembre.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
martes, 24 de agosto de 2010
Aves de por aquí (XV)
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3 comentarios:
Estoy sorprendida de la variedad de especies que hay en Molinoviejo, quién lo diría.
Ha disfrutarlas pues, que ya llega septiembre de nuevo.
Y el día de hoy ya da comienzo con éste bonito canto. Gracias.
ooohhh!!! que horror!!!, se me ha ido una "h". Mil perdones por la falta de ortografía, está claro que no me he despertado aún...
Una fermosa ave la escoropéndola. Me preocupan sus trópodos, pero vista de lejos....
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