¿A dónde va, cuando se va, la llama?
¿A dónde va, cuando se va, la rosa?
¿Qué regazo, qué esfera deleitosa,
qué amor del Padre la alza y la reclama?
Esta vez como aquélla, aunque distinto;
el Hijo ascendió al Padre en pura flecha.
Hoy va la Madre al Hijo, va derecha,
al Uno y Trino, al trono en su recinto.
Por eso el aire, el cielo, rasga, horada,
profundiza en columna que no cesa,
se nos va, se nos pierde, pincelada
de espuma azul en el azul sorpresa.
No se nos pierde, no; se va y se queda.
Coronada de cielos, tierra añora
y baja en descensión de Mediadora,
rampa de amor, dulcísima vereda.
Gerardo Diego
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
domingo, 15 de agosto de 2010
Un soneto para el día de la Asunción
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3 comentarios:
Fantástico soneto,como me gustan.
"se va y se queda","tierra añora",
"rampa de amor"....
No se pude expresar mejor como es nuestra Madre María.
Felicidades a todas las asunciones y palomas!!!
GRACIAS por deleitarnos y empezar la fiesta de esta manera tan sobrenatural,a mí me llegó al alma.
Precioso.
Gracias.
Y Begoñas...
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