martes, 3 de agosto de 2010

Cogitaciones estivales

Hace unos días he explicado en clase que el hombre y la mujer, por haber sido creados a imagen de Dios, tienen una cierta obligación moral de mostrar esa imagen a los demás. Que vean al Creador en nosotros: en la belleza del lenguaje, en el color y el diseño del vestido, en el arreglo personal…

La moda masculina y femenina debería tratar de expresar la belleza de Dios. Ahí radica nuestra dignidad.

Luego, cuando he visto algunos atuendos de verano, me he llenado de dudas.



16 comentarios:

Bernardo dijo...

Además el cuerpo es templo del Espíritu Santo. Es lógico que exista el deber moral de cuidarlo apropiadamente, y tratarlo con dignidad. En ese trato creo que se incluye también la vestimenta.

Anónimo dijo...

pnuestra vestimenta es el espejo de nuestra vida interior .saluditos desde zaragoza

DAVID DIAZ CRIADO dijo...

verdaderamente hay que saber ser agradable a la vista y agradable a los oidos, me ha gustado mucho eso de la belleza del lenguaje, el lenguaje del corazon, un lenguaje que dice gracias,perdon,por favor.

La Dama Zahorí dijo...

"La moda masculina y femenina debería tratar de expresar la belleza de Dios".

Le encuentro un poco neoplatónico; eso en estos tiempos no se lleva.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Me quedo con lo de que "El hábito no hace al monje"

Chon dijo...

Me gusta su humor fino! A que esos atuendos estivales eran de mujeres?

Anónimo dijo...

la obra maestra de Dios fue el cuerpo humano... desnudo.

Anónimo dijo...

El "ande yo caliente y ríase la gente"... el que pierde el sentido del ridículo... AC

Manolo el bolo dijo...

La obra maestra de Dios es el hombre: cierto; desnudo o vestido. La obra maestra de Dios es la inteligencia y la libertad humana: y esas dos potencias superiores hay que "vestirlas". La inteligencia se viste con el conocimiento y la experiencia. Y la libertad con el respeto y el compromiso. Ciertamente hay quien tiene ambas (inteligencia y voluntad) desnuditas. Una inteligencia desnuda no es erótica, sino indigente. Y una libertad desnuda, sin compromisos, no es pornográfica, sino infantil. El desnudo es para los animales peludos o plumosos; los hombres no sobrevivimos impúdibus. De todos modos tienes razón, anónimo: con el calor que hace, en fin, todo sobra.

Papathoma dijo...

Lo siento, Chon, ya sé que las mujeres son las más proclives a ir desvestidas, pero salgo en su defensa a propósito de la nueva moda de los corredores de footting varones, que por toda prenda llevan la mínima expresión de short, aunque estén corriendo por los maravillosos paseos y rutas que atraviesan y/o rodean el centro de la ciudad.Sobre la falta de pudor masculino también habría mucho que hablar.

Vila dijo...

Nunca lo había pensado desde el punto de vista de la belleza del lenguaje; tomo nota porque a veces soy muy mal hablada. Respecto de la vestimenta, lo siento pero ese tema creo que ya está muy trillado, solo añadir que es cierto que en verano nos descuidamos mas; tal vez por estar de vacaciones, la playa..., pero es cierto que a veces vamos con unas pintas....

Anónimo dijo...

Insisto. Dios creó al hombre y a la mujer desnud@s, y no les dijo en ningún momento que se vistiesen. Les dijo que fuesen señores de la creación y que poblasen la tierra. Decir que la obra maestra de Dios es la inteligencia y la libertad es, por un lado, falso, y por otro es partir al hombre en dos, ser espiritualista, quedarse más con el alma que con el cuerpo. Pretender hacer ángeles. Dios nos creó desnudos... y desnudos nos plantaremos ante él, si nos escandalizamos es que somos tontos. Me temo que el miedo al desnudo es muy cultural, muy puritano, muy protestate... saludos!!!

Enrique Monasterio dijo...

No quisiera promover un debate sobre el nudismo y/o el pudor. No iba por ahí mi “pensiero”.

Me parece evidente que el vestido es una necesidad y un lenguaje: el hombre expresa con él lo que es o lo que piensa de sí mismo. Lo malo es que algunas vestimentas expresan demasiado bien el triste concepto que algunos tienen de su dignidad. Hablo del vestido como disfraz o como agresión, del feísmo como moda, del tenebrismo..., etc.

Lo de ir desnudos estuvo bien en el Paraíso, cuando aún no existía la barriga cervecera y los instintos estaban sometidos a la razón. Luego, todo se estropeó. ¿Os imagináis desnudo al tipo de la foto?

Todos los pueblos del Planeta se han vestido. Los esquimales más que los yorubas, desde luego. Y es que Dios no nos creó con plumas, como las aves, que son capaces de acomodar su abrigo al frío y al calor con una fantástica musculatura superficial de la que hablaré otro día.

El hombre, cuando nace, es el ser más indefenso de la Creación; pero gracias a su espíritu es capaz de construirse a sí mismo, y de dominar el mundo. Él lo “domestica”: inventa el lenguaje, crea su hogar, enciende el fuego, y se hace un abrigo y un vestido. Y lo que era una necesidad para sobrevivir se convierte en lenguaje, en arte…

El puritanismo nada tiene que ver con esta historia.

Anónimo dijo...

Humm.., leo los comentarios y quisiera recordar una frase de D. Enrique: "Que vean al Creador en nosotros", no que nos vean a nosotros, que es lo que el personal normalmente quiere (lo digo en general, no por los comentarios).
A mi me ha servido el post (o el "poste", D. Enrique porque si lo de blog es feo, lo de post tiene mérito cuando lo decimos andaluces), ¿por dónde iba? ah, eso, que me ha servido porque a veces nos imbuimos tanto de yo, mi cuerpo, mi imagen, qué dirán, cómo me verán,... que es un sin vivir, tanto si pretendemos ir arreglados como estudiadamente desarreglados. ¡Qué liberador es buscar sólo que vean a Dios en nosotros!
Eva

Papathoma dijo...

Gracias por reconducir el tema, D. Enrique y Eva. Ya ve que venimos de las vacaciones (o no-vacaciones)peleones!!

Convertir la simple necesidad en arte...Me gusta.

Manolo el bolo dijo...

Querido anónimo, sin acritud, te recuerdo el pasaje de Génesis 3, 21; allí se dice: "El Señor Dios hizo unas túnicas de piel para el hombre y su mujer, y los vistió". Dios mismo fue el primer modisto.