miércoles, 29 de septiembre de 2010

El Cardenal Newman


Han pasado ya 10 días desde la beatificación del Cardenal Newman, y yo también recorrí en vano el patio de columnas de la prensa nacional en busca de un artículo que hablara de este gran cristiano británico, intelectual insobornable y modelo de universitarios.  Al fin ha aparecido uno. Éste de Álvaro de la Rica, que reproduzco sin más comentarios.



Una vez más la vieja España, cerrada sobre sus inmensas pequeñeces, me sorprende: no he encontrado, en un sólo medio nacional, artículo alguno sobre la significación del Cardenal Newman, y de su beatificación en el acto de Birmingham, al final del reciente viaje del Papa a Escocia e Inglaterra.
De la so called progresía no esperaba nada al respecto (si al sectarismo le sumamos el desconocimiento, el resultado no puede ser otro que el de despreciar lo que se ignora), pero de los liberales (¿los hay?) o de los católicos que escriben, algunos en tribunas muy altas (normalmente para protestar por todo), hubiera cabido esperar algo más. ¿O no? Newman es para mí un padre espiritual, alguien a quien me vinculé de por vida desde mi más tierna adolescencia, acaso uno de los más intensamente cercanos. Hablé de él, de una anécdota de las miles que se podían contar, hace meses.
Newman, el de la prosa "cloistral and silverveined", en palabras de James Joyce (The portrait...), es uno de los grandes místicos de todos los tiempos. Místico, por la altura y la hondura de su percepción de lo sobrenatural (os recomiendo por ejemplo la lectura de un texto titulado El mundo invisible), pero con una cabeza y un discurso racional admirado por todos los que lo han estudiado a fondo, de Borges a George Gusdorf, del propio Joyce o Hopkins a Mandiargues. No hay sitio aquí, ni en mil entradas más, para trazar su semblanza.
En la biblioteca de la universidad tenemos sus más de cien volúmenes publicados, y yo acudo a ellos en los malos momentos, los hojeo cuando estoy melancólico, para encontrarme de lleno con el mundo de la razón y del espíritu. Me basta ahora con recordar su papel como defensor de la conciencia individual, en un tiempo relativista en el que reinaba en Occidente la más funesta confusión entre lo político y lo privado (a los horrores totalitarios posteriores me remito). "Si algún Papa hablara en contra de la Conciencia, en el sentido auténtico de la palabra, estaría cometiendo un acto suicida. Ese Papa estaría cortándose la hierba debajo de los pies. La autoridad teórica del Papa, lo mismo que su poder en la práctica, se fundamentan en la Ley de la Conciencia y en su sacralidad. La historia juzgará si este o aquel Papa concreto, en este malvado mundo, tuvo siempre presente esta gran verdad en lo que hizo" (Carta al Duque de Norfolk).
Y, ¿qué entiende Newman por la Ley de la Conciencia? Exactamente lo mismo que entendió Abraham, antes y durante el famoso sacrificio, Antígona (Sófocles), Agustín de Hipona, Tomás Moro o el maestro Eckhart: la voz de Dios en el corazón del hombre. Lo más sagrado que hay, lo que Dios nos dice a cada uno. No lo que nosotros nos decimos, sacralizado más tarde por nuestra conveniencia de parte (ahí está el origen de la autonomía moral radical, la que han predicado todos los que han llevado y aún llevarán a este mundo por el camino de la amargura). No. Lo que Dios nos dice en el hondón del alma. Eso es lo que defendió Newman a muerte, en línea con la gran tradición, subjetivista y realista a un tiempo, de la cultura europea.


7 comentarios:

yomisma dijo...

Reconozco mi desconocimiento de Blessed Newman, y la curiosidad que se me ha levantado por conocerla mas.

Marc Roig Tió dijo...

Yo estudié en la U. Francisco de Vitoria y allí existía el "Instituto Newman", para crear debates mensuales sobre la existencia de Dios, el sentido del sufrimiento y muchos otros temas candentes. En ellos participan profesores y alumnos, y están moderados por uno de los curas de la Universidad.
Toda la información en www.elsentidobuscaalhombre.com

DAVID DIAZ CRIADO dijo...

Esto de la conciencia realmente es fundamental, pero ¿que mas dice?
No se beatifica a cualquiera.

yomisma dijo...

En las universidades americanas, al menos en varias que conozco, tienen el Newman center, dirigido por sacerdotes católicos, que como dice Marc, se dedica a promover la fe entre los universitarios.

Anónimo dijo...

D. Enrique, el seguimiento de la visita del Papa en los medios españoles ha sido todo una pena. A mi me avisaron que la BBC retransmitía todo en directo (pero todo, todo, no sólo los actos, sino las llegadas y las salidas, la gente esperando, entrevistas a los que estaban por allí, etc.). Así que me colgué de Internet tres días y vaya reportajes. Los que hubo sobre Newman fueron realmente interesantes y bonitos. Supongo que seguirán colgados aquí: http://www.bbc.co.uk/news/special_reports/papal_visit/

Almudena dijo...

Yo, desde que hace ya unos años, muriera la madre Teresa de Calcuta y los medios se centraran de forma absurda e incomprensible en la muerte próxima en fechas de Lady Di, ya no me sorprendo de nada.

Carlos García dijo...

La verdad es que el artículo de Álvaro de la Rica me parece un poco 'radical'. Quien ha querido estar pendiente del Papa en UK lo ha conseguido sin demasiadas dificultades -la Santa Sede y Zenit, por citar algunas fuentes- han publicado todos los textos en castellano- y ha encontrado medios como 'Alfa y Omega', donde (cuatro días más tarde, eso sí) con un buen despliegue informativo. Esperar un buen artículo o cierto interés positivo en 'Público', 'El País' o 'El Mundo' es ilusorio. Han hablado de lo de siempre; menuda novedad!