domingo, 29 de agosto de 2010

Los pájaros del tiempo


Tambien el abejaruco
se acicala para el viaje




Me he quedado solo en la casa antigua de Molinoviejo. Los dos sacerdotes que me acompañaban ya han regresado a Madrid, y, por lo que veo, las oropéndolas y los abejarucos también han emprendido el viaje de regreso hacia sus cuarteles de invierno.

Después de una tarde apretada de confesonario, salgo al jardín con los prismáticos para despejarme. Sopla una brisa fresca. El fuego africano que nos achicharró ayer se ha desplazado hacia el este de la Península. Seguimos en verano, pero hay algo impalpable en el aire, que anuncia las primeras lluvias de otoño.

En el camino que bordea la finca, cuatro o cinco golondrinas se alinean sobre un cable como notas musicales de un pentagrama. Un observador inexperto diría que tienen algún parásito en las plumas y tratan de quitárselo a picotazos; pero no es así. Se están acicalando. Se impregnan de grasa las alas para impermeabilizarlas en previsión de una tormenta. Toman un poco de aceite de la glándula uropigial, que tienen en la base de la cola, y lo reparten cuidadosamente por todo el cuerpo.

Son los “pájaros del tiempo”, tan eficaces al menos como los “hombres del tiempo” de la tele. No manejan mapas meteorológicos ni han oído hablar del Meteosat, pero lanzan señales inequívocas de que el clima va a cambiar. Claro que a veces se equivocan como sus colegas humanos o no sabemos interpretarlos. Yo creo que estas golondrinas saben que hoy no va a llover, pero se están preparando un chubasquero para el largo viaje que les aguarda.

Por cierto, qué poco me gusta aquella rima clásica de Bécquer que habla de las "oscuras" golondrinas. ¿No se te ha ocurrido otro adjetivo mejor, amigo poeta? Supongo que el bueno de Gustavo Adolfo no miraba demasiado a las aves.

Los días se van acortando y ya puedo ver anochecer antes de la cena. La puesta de sol, desde Molinoviejo, es un espectáculo único. No comprendo cómo no se detiene el tráfico para contemplarlo.

El lunes regreso a Madrid. Preguntaré en la farmacia si tienen algún medicamento contra el síndrome ése de la vuelta al cole.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero antes, la víspera y su Aniversario , y... una lluvia de oraciones especiales que caerán por usted desde este globo por parte de todos nosotros.

Levante el ánimo, la vuelta al cole sí, y también la vuelta al curro; que ya es un hecho para algunos y no lo hemos llevado tan mal.

Disfrute del último día.

Jesús Sanz Rioja dijo...

Bécquer me gustaba mucho más de chico que ahora. En todo caso, adjetivaba pensando en sí mismo: él era el oscuro, el depresivo.

DAVID DIAZ CRIADO dijo...

yo tampoco sabia que los pajaros hacen eso para impermeabilizarse las alas...la naturaleza es sabia.
en fin, la vuelta al cole siempre da un poco de pereza pero tambien ofrece la ilusion de volver a ver todas las caras amigas de siempre.
por otro lado no se si cambiara el tiempo pero el otoño es fabuloso.
me encanta el otono: es lo mejor.

Anónimo dijo...

Haganos un favor. Haga una foto de ese anochecer tan impactante y compartala con todos sus globeros.
Gracias mil

Enrique Monasterio dijo...

Imposible con la cámara que tengo aquí.

Papathoma dijo...

Los adolescentes que le esperan tendran mil y una cosas que contarle...
Tendra que recomponer corazones rotos por algun "desamor" y enjugar lagrimas de mas de una (o de uno).

Se reira con las ocurrencias de los mas peques y un montoooon de amigos suyos que estan esperando su regreso, se alegraran de tenerlo alli.

Y conservara en su memoria el atardecer de Molinoviejo -y todo lo que para ud. significa ese lugar, al que vuelve cada verano como ave migratoria!!-.

Y si la memoria no me falla, volvera a Molinoviejo mas de una vez durante el curso.

(La que se va a ir a la farmacia voy a ser yo!!! Help!!!)

Antuán dijo...

Pues yo la he visto alguna vez y podría pintarla con los ojos cerrados, recoge todos los colores q. te puedas imaginar colega. Adiosle.

Vila dijo...

Paphatoma has estado inspirada, para qué decir más, simplemente me uno a tus palabras.

Y Usted, al final dónde se le podrá encontrar, en el cole o rodeado de adolescentes.

Y ¿ni siquiera con el móvil conseguirá una fotito guay? pues que lástima.

Bernardo dijo...

Aunque esté mal que lo piense, a mí también se me hace cuesta arriba la vuelta al trabajo.

MARTINA dijo...

Respecto de Bécquer y las golondrinas : quizás las veía oscuras por la nostalgia que sentía ... esa poesía la aprendimos en el colegio y la puedo recitar incluso hoy después de antos años .