lunes, 3 de octubre de 2011

Soledad

No te pido la soledad más sencilla,
la primera que surge
cuando me quedo más solo que la una;
cuando no tengo a nadie con quien hablar;
cuando hasta el reyezuelo calla (al menos podría piar como un gorrión);
cuando ningún tren expreso viene a mi encuentro;
cuando hasta el reloj se detiene para que no oiga su tic-tac;
cuando desde el ocaso no cesan de alargarse las sombras.
No te pido tampoco esa otra soledad más difícil,
cuando al abrirme paso entre la multitud,
vuelvo a ser uno solo,
rodeado de todos mis parientes más lejanos.
Te pido la soledad genuina,
cuando Tú hablas a través de mí
y de mí ya no queda nada.
Jan Twardowski 

3 comentarios:

Vila dijo...

Vaciarse de uno mismo para que sólo El brille. Eso, eso es una labor, o más bien aventura, de toda una vida.

Feliz semana a todos

E. G-Máiquez dijo...

Qué enorme poema. La poesía polaca contemporánea, qué misterio y qué regalo.

Antuán dijo...

Mi soledad y yo... decia alguien no mejor canta Alejandro Sanz. le gusta el tipejo este lo saca a relucir de vez en cuando. para que le eche una mano, bien. Adiosle.