domingo, 27 de diciembre de 2009

Belenes del mundo (VI)

Los nacimientos italianos son insuperables: ved si no el "presepe si sabbia", o sea, el belén de arena que me enviaron anteayer.

Estas obras de arte efímeras, destinadas a desaparecer en pocos días, son admirables pero producen siempre una cierta tristeza.

También hay personas que viven una Navidad de arena: por unos días entran en una especie de burbuja de colores, de generosidad, de entrega a los demás; pero al primer embate de las olas, despiertan del sueño y regresan a lo que ellos llaman "el mundo real", donde la arena es sólo arena, mezquindad, egoísmo y tristeza.

No pongamos nunca en nuestra alma un nacimiento de arena.

4 comentarios:

María dijo...

Por aquí se dice: todos los días queso y al año un queso.
Pensando en la Navidad de arena diría: una Navidad al año, pero todos los días Navidad. Y al contrario que con el queso; que según parece lo bueno es tomar cada día un poquito, pero tan poco que la suma de todos esos pocos no formen más de una queso al final del año; de Navidad hemos de tomar una ración diaria lo más generosa posible y así al año completaremos esa Navidad.
Hace un ratito una de mis hijas pequeñas me ha preguntado "¿cuánto queda para Navidad?" 363 días para querernos, servirnos, hacernos niños ante Dios, y así el 25 de diciembre tendremos Navidad.
Cada día queso...

Lurdix dijo...

Me da escalofrios ese Belén. El Nacimiento de Jesus es todo lo contrario a una construcción de arena, como no son de arena las cruces ni tampoco la Resurreccion.Todos esos momentos de la historia del hombre deberían estar esculpidos sobre roca y a fuego en nuestra alma. Por eso no me inspira devoción el Belén de hoy.

Almudena dijo...

Gracias María por la receta. No lo había oído nunca, pero está muy bien.

sinretorno dijo...

Feliz Navidad Maestro. Me acuerdo de una Navidad en Doña Endrina, donde nos conocimos y me examinó de justificación. Menos mal que usted lo dijo todo ....Viva Monasterix.