viernes, 4 de diciembre de 2009

Novena de la Inmaculada (V)


—¿Cómo será eso? Yo no conozco varón…

José fue un regalo de Dios para María, y María lo fue para José. Ella conoció su vocación por la llegada de un ángel; José, por la aparición de Reina de los Ángeles.
Os voy a contar como fue, porque yo estaba como siempre con mi Señora. Ocurrió una tarde de verano, en las afueras de Nazaret.

José regresaba de la aldea vecina. Era un muchacho de 17 años, alto y robusto como los cedros del Líbano, de pocas palabras y mirada risueña. Conocía muy bien a María. Eran de la misma aldea y habían jugado juntos desde pequeños, pero él, como todos los que rodeaban a mi Reina, nunca la vio como realmente era. Ya os dije que Dios nubló la vista de cuantos trataban a la Inmaculada, porque de otro modo no habrían podido resistirse a su belleza ni a su mirada. Para sus vecinos, María era sólo una muchacha corriente y graciosa, como todas las de su edad.

Pero aquella tarde cuando José la encontró junto al pozo, Dios le devolvió la vista y se enamoró sin remedio de la que sería su esposa. El muchacho dijo entonces lo que en Nazaret esperaban desde mucho antes, y María contestó:

—Yo soy la esclava del Señor. Éste es mi nombre y mi vocación. Y Dios me ha pedido que sea completamente suya, que no me entregue a ningún hombre.

José reflexionó sólo unos segundos. Volvió a mirar a María y dijo:

—Si ésa es tu vocación, tal vez sea también la mía. ¿Me permites que esté siempre a tu lado? El Señor me pide sólo que te contemple toda la vida como un esposo y te cuide y defienda como un hermano mayor.

Poco después asistí a sus desposorios en primera fila, y en el Cielo se abrieron un millón de balcones para asistir al acontecimiento. Ya sólo faltaba la segunda parte de la ceremonia: la Novia, entre cánticos y flores, debería entrar solemnemente en la casa de José.

Durante esa espera, Yahvé me envió a la casita de Nazaret para dar a María la noticia más esperada de la historia de la humanidad, y Ella, que comprendió cada una de mis palabras, hizo la pregunta más oportuna:

—¿Cómo será eso? Yo no conozco varón…

* * *

Oración

(recomendada a los sacerdotes como preparación para la Santa Misa)


¡Oh feliz varón, bienaventurado José, a quien le fue concedido no sólo ver y oír al Dios, a quien muchos reyes quisieron ver y no vieron, oír y no oyeron, sino también abrazarlo, besarlo, vestirlo y custodiarlo! Ruega por nosotros, bienaventurado José.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oh Dios, que nos concediste el sacerdocio real; te pedimos que, así como san José mereció tratar y llevar en sus brazos con cariño a tu Hijo unigénito, nacido de la Virgen María, hagas que nosotros te sirvamos con corazón limpio y buenas obras, de modo que hoy recibamos dignamente el sacrosanto cuerpo y sangre de tu Hijo, y en la vida futura merezcamos alcanzar el premio eterno.

Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.



15 comentarios:

Unknown dijo...

Indirectamente José es un ejemplo.
No se habla mucho de él, pero sin él tenemos que tener muy presente que nada hubiera sido posible. Siempre se dice pero es así. Es una pena que le conozcamos tan poco. Bueno, habrá quienes le conozcan más, pero a mí me han hablado muy poco de él.
Gracias

Carlos García dijo...

Por cierto: cuando publique el libro (se ve venir) se va a forrar.

Carlos García dijo...

¡Me reincorporo tras unos días de ausencia y me encuentro con el espectáculo que ha montado! ¡No se le puede dejar suelto!

Me ha gustado ese recurso de los ojos velados.

Probablemente tengamos que pedirle precisamente a José que nos quite la venda de los ojos y nos deje pasar a ese hogar donde la Trinidad de la Tierra prepara la Navidad. ¿A estas alturas del mes sabría José lo del censo? ¡Vaya sobresalto después del primer sueño!

Isa dijo...

Don Enrique, me ha encantado su narración, como siempre. Me ayuda mucho a meterme en escena.
La verdad es que san José es ejemplo de todo: de obediencia, docilidad, abandono, fe, amor a Dios, humildad...
Me recuerda a lo que decía san Josemaría: "ocultarse y desparecer, que sólo Dios se luzca" (o algo así...)
Cuántas veces me gusta que me miren, me apludan...pues en esos momentos intentaré acudir a san José para que me eche un cable y me enseñe a servir y permanecer junto a Dios y a Su Masre.

GAZTELU dijo...

GRACIAS

Yomisma dijo...

Gracias V, no tan tempranito por la mañanita. Por fin es Viernes!!!!!

ann dijo...

¡San Jose !, varon justo y fiel, cabeza de familia y protector de ella, intercede por todas nuestras familias, por la unidad y santificacion de ellas.

GRACIAS D. Enrique.

Anónimo dijo...

Si digo la verdad es la primera vez después de cuarenta años que estoy haciendo una novena. Estoy encantada, me ayuda a coger fuerzas y a descubrir otras muchas cosa. Don Enrique a veces hace que lo difícil parezca fácil GRACIAS

Papathoma dijo...

Dese hace unos años durante la Novena me pasa de todo:averías gordas en casa,dificultades en el trabajo, enfermedades varias y otras cosas que no voy a comentar aquí...todo a la vez.Intento tomármelo como ocasiones de ofrecerlo por quien lo necesite.Y junto a todo eso -que llevo como puedo- ocurren cosas increíbles a mi alrededor sin que yo haga nada: una amiga a la que me encuentro por casualidad y a punto de divorciarse accede a hablar antes con un sacerdote; otra a la que no conseguía ver desde hace un año,decide aparecer en la misma Novena a la que asisto yo y me pregunta tb por un sacerdote; estamos a punto de regularizar la situación de una amiga "sin-papeles", cuando parecía que ya no había solución...Hay más; cuento esto por si a alguien le sirve: no sabemos qué es lo que hace Dios con todas esas cosas que le ofrecemos, muchas veces a regañadientes. Pienso que quizás nos deja ver algo para que nos animemos. Veo a veces en este blog a gente con pensamientos muy elevados...y casi me dan ganas de retirarme por no estar a la altura; para los que no estamos a ese nivel, escribo esto. Creo que Dios hace las cosas como quiere, sólo nos pide que "estemos ahí" cuando quiere algo de nosotros, y que sigamos en la brecha...como cada uno pueda. (No lo publique, quizás sólo necesitaba contárselo. Gracias)

Almudena dijo...

Por fin se nos dibuja a S. José y, como siempre, para desaparecer... Fantástica la relación con el sacerdocio. Seguramente es algo que entre sacerdotes ya tienen asumido pero yo, como mujer y seglar, es la primera vez que lo leo y me ha supuesto un hallazgo.
A mí siempre me ha sorprendido la pregunta de María porque, estando desposada, parece lógico que pensara que ese hijo lo sería también de José. Ese "pacto prematrimonial" podría explicar muchas cosas...

jorge dijo...

-....y el AMOR no conoce límites.La imagen de María es siempre confortadora.No va a poder ser pero sí me gustaría verle en El Fitu y disfrutar de su conversación,aunque yo sea de pocas palabras,como José.Saludos.

Papathoma dijo...

Qué detalle dejarme la opción de enviarlo a la papelera... Gracias. No me atrevo a borrarlo, ya que no lo ha hecho usted, pero en cuanto acabe la Novena lo hago desaparecer, que me da vergüenza verlo ahí -y esto sí que le pido que no lo publique, por favor- porque es parte de mi historia personal con Dios; a veces me dan ganas de gritar a los cuatro vientos que sí, que no sólo existe sino que nos busca PERSONALMENTE. Y cuando uno tiene esa experiencia de su locura de Amor...siendo como es,se siente más diminuto que una hormiga, incapaz e indigno. Y entonces es cuando se "retira" de escena y Le deja hacer.Todo esto me sobrepasa.Como en todo este proceso ha tenido mucho que ver un sacerdote de la Obra,estoy en deuda permanente con ustedes: siento desde hace pocos años la necesidad de rezar para que sean muy fieles y no se "pierdan" en el ruido del mucho trabajo diario,que estén muy cerca de Él y hagan todo lo que puedan y hasta lo que no puedan para hacérnoslo llegar. GRACIAS.

Anónimo dijo...

Magnífico, don Enrique

Anónimo dijo...

Yo también me sumo ahora. No he podido leer antes su novena. Me temo,y esta vez no tiene escusas, que tiene que publicar esta novena.

Pierre Nodoyuna dijo...

No se si me gusta mucho lo de que José la quería como hermano mayor....