Un estudiante algo presuntuoso adoctrina en el autobús de línea a un anciano que se sienta a su lado:
—No es fácil que su generación pueda entender a la mía —le dice—; usted creció en un mundo muy diferente, casi primitivo.
El muchacho ha levantado la voz para que le oiga medio autobús. Se diría incluso que quiere pronunciar un pequeño discursito y necesita público.
—Fíjese, los jóvenes de hoy hemos crecido con televisión, internet, aviones a reacción, viajes al espacio… Nos parece natural que el hombre camine sobre la luna. Nuestras sondas espaciales han visitado Marte... Tenemos naves que se alimentan de energía nuclear y coches eléctricos; computadoras con procesos a la velocidad de la luz... ¿Me entiende?
El anciano, después de un breve silencio, responde:
—Tienes razón, hijo mío. Nosotros no teníamos esas cosas cuando éramos jóvenes; por eso las inventamos. Así que, pequeño arrogante, pregúntate ahora: ¿qué estoy haciendo yo para la próxima generación?
El aplauso de los pasajeros es tan unánime, que el muchacho opta por bajarse en la siguiente parada.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
En el autobús
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11 comentarios:
Queda bien. Pero resulta un poco fuerte. Además, se ha echado usted años encima al situarse claramente de parte de la experiencia. La juventud siempre ha sido bastante insolente, la verdad. Sinceramente, creo que se lo ha inventado.
¿Esta historia es cierta? no me la creo...Y si es verdad que pasó, m quedo muerta...Buena respuesta la de aquel señor...sí, muy buena.
A veces tiemblo al ver que en la manos de las criaturicas en las que está nuestro futuro...pero bueno, vivamos el presente...
¿Eso es verdad? ¡...! lástima no haber estado en ese autobús para dejarme las manos aplaudiendo.
Algunas veces pienso que lo más cruel de la vejez no son tanto las limitaciones o la soledad, sino ver que, después de tanto esfuerzo, lo que dejas atrás es más o menos lo que te encontraste, en el mejor de los casos... eso debe ser un poco frustrante.
Me uno al aplauso de los viajeros. Cuesta imaginar una respuesta mejor.
¡Qué buena contestación!
Lo que no hemos conseguido inventar es el modo de progresar sin esfuerzo y es lo que quisiera heredar ésta generación.
¡Muy bueno! A ver si, como poco, respetamos a nuestros mayores...Deberíamos besar el suelo que pisan.
Monse
Hace muchos años, tantos como 12, ibamos mi hijo de 1 año y yo desde Houston a Guatemala. En el avión nos sentamos al lado de una chica joven, y de un señor de mediana edad. La chica comenzó a contarnos que iba a Guatemala para incorporarse a un proyecto de vida comunitaria en la que no harían falta electricidad, ni agua corriente, todo muy ecológico y acorde con la naturaleza. Y se entusiasmó tanto que nos empezó a reprochar el modo de vida que llevábamos, o sea, el que practicamente todo el mundo en el siglo 20 llevaba. El señor del otro lado, con mucha paciencia le preguntó dónde pensaba empezar esa comunidad. Ella dijo que en Montana. El le preguntó el por qué de su viaje a Guatemala. Ella contestó que para toma ideas de algo que ya funcionaba allí. Y el señor le preguntó entonces: "Y por qué vas en avión? Sería más lógico que fueras en canoa pues el avión forma parte de toda esa manera de vivir que estas criticando...." Ella se quedó un poco callada y contestó:" El avión es más práctico, llega antes, y se pueden hacer las cosas más rápido"
No hizo falta que el señor contestara. Pero a partir de entonces pudimos dormir un poco el resto del viaje.
Nos alzamos sobre los hombros de gigantes. Deberíamos aspirar a que otros puedan alzarse sobre los nuestros en vez de enbobarnos por lo lejos que alcanza nuestra vista.
¡No se!
Pero mi experiencia me dice que las cosas mas importantes que he aprendido en mi vida, provienen de mis mayores.
GRACIAS A TODOS ELLOS y que Dios los bendiga.
jajajaja, muy bueno, sí señor
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